https://www.alcanzapsicologos.es/duelo-psicologia/
Las pérdidas, ya sean de seres queridos, rupturas sentimentales, de empleo, bienes materiales o estatus forman parte de nuestras vidas. Sin embargo, pese a ser la pérdida y la muerte algo presente en nuestros días no es tan común hablar del dolor que conlleva y el proceso que acompaña a cada una de ellas.
A este proceso se le conoce como proceso de duelo en psicología. En este post nos centraremos en el duelo ante la pérdida de un ser querido. Nos adentraremos en los elementos clave para comprender en qué consiste y cuál es su abordaje a nivel terapéutico.
¿Qué es el duelo?
Antes de nada, vamos a explicar qué es el duelo atendiendo a sus componentes principales según la psicología.
1. El duelo es normal
La palabra duelo proviene del latín dolus, que significa “dolor”. Por tanto el duelo, es un proceso que implica dolor. Es un proceso normal que todo el mundo atraviesa y que es necesario porque permite adaptarse a la pérdida. El dolor cumple una función y actúa como alarma señalándonos que hay algo importante a lo que debemos atender.
El duelo es tan natural como llorar cuando te lastimas, dormir cuando estás cansado, comer cuando tienes hambre, estornudar cuando te pica la nariz. Es la manera en que la naturaleza sana un corazón roto. Doug Manning
2. El duelo es un proceso
En este sentido, el duelo en psicología es entendido como un proceso: requiere tiempo y un papel activo de la persona durante este. Esto implica que no basta simplemente con esperar al “tiempo que lo cura todo”. Los recursos que cada persona emplea para ajustarse a esta nueva circunstancia son clave para seguir adelante.
Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento. Viktor Frankl.
3. Es único y adaptativo
Si hay algo que es seguro, es que no hay dos duelos iguales. El proceso de duelo se asemeja a recorrer un camino por el cuál transitamos con todos nuestros recursos personales: valores, creencias, patrones de afrontamiento y de gestión de las emociones de los que nos ha ido dotando nuestra historia personal.
Estas herramientas y el apoyo del entorno son los principales recursos con las que la persona afronta las diferentes decisiones (qué hacer con las pertenencias del fallecido, hacer espacio al dolor que genera la pérdida o rechazarlo, pedir ayuda o no, salir con los amigos o quedarse en casa, cómo actuar en las cenas familiares, qué hacer en fechas señaladas: navidad, cumpleaños, etc…) que surgen a lo largo del camino y que orientan la experiencia de duelo hacia un sentido u otro. Por eso cada persona afronta su duelo de una manera única.
¿Qué no es el duelo?
Es cierto que una persona en duelo puede compartir síntomas con algunos trastornos psicológicos: como sensación de vacío, ahogo, ansiedad, falta de ilusión, alteraciones en el sueño o el apetito, somatizaciones, etc. El proceso de duelo según la psicología, no es un trastorno como tal.
1. No es una enfermedad
A pesar de que la persona pueda considerarse enferma debido a la presencia de ciertos síntomas el duelo no es una enfermedad, sino un proceso adaptativo y una respuesta natural ante una pérdida. De hecho lo “no-natural” sería la ausencia de dolor o de emociones ante una pérdida.
Si bien cabe hacer una distinción entre el duelo “normal” y el duelo “complicado” o “patológico”. Esta distinción parte de la intensidad, duración de los síntomas y los niveles de incapacidad en la vida de la persona. De todos los procesos de duelo solo un 10% aproximadamente acaban complicándose. Aspectos como el retraso de aparición de los síntomas (o ausencia de estos) o la negación de la muerte de la persona son los principales signos de un duelo patológico.
2. No es una depresión
Es cierto que mucha de la sintomatología que se considera para un cuadro depresivo puede coincidir. Sin embargo, como hemos comentado en otros post, tras las etiquetas diagnósticas se desdibuja la realidad de la persona. En el caso del duelo el llanto, la inactividad o los pensamientos sobre la muerte cumplen una función.
Estos síntomas pueden ser una expresión de emoción totalmente necesaria. En un caso de depresión los síntomas mencionados formar parte del patrón problemático de la persona.
Es por esto que en casos en los que se identifiquen complicaciones o incapacitación, el acompañamiento de un profesional de la psicología durante este proceso juega un papel clave, para favorecer una correcta elaboración del duelo favoreciendo un correcto desarrollo psicológico y físico de la persona tras la pérdida
Trabajo en terapia con el duelo
El trabajo terapéutico es de acompañamiento en los casos de duelo, el papel activo lo tiene la persona que recorre el camino del duelo. El profesional de la psicología será un apoyo a la hora de atravesar ese dolor. Asesorando y guiando en los momentos en los que la persona puede encontrar obstáculos durante el camino.
El trabajo conjunto de paciente y psicólogo ira dirigido a resolver estos obstáculos para poder elaborar un duelo sano.
En resumen, tal y como se ha intentado reflejar en este post el duelo es un proceso complejo y que engloba una gran cantidad de elementos tanto de la propia persona como de su entorno. El camino a recorrer durante este proceso puede ser complicado y confuso, la persona puede sentirse aturdida o pérdida. El asesoramiento profesional y el conocimiento sobre la naturaleza del duelo puede brindar una luz que nos guíe el camino.
